miércoles, 7 de marzo de 2007

teresa gimenez barbat

Tienes mucha razón, Carlos. La gente es muy exigente (y con razón) sobre los controles que se deben exigir a los medicamentos que existen en el mercado. Pienso ahora en esta denuncia presentada por un colectivo de mujeres perjudicadas, aparentemente, por un medicamento paliativo de la menopausia de la empresa Aventis, creo. Se quejan de que no se había ensayado bastante. Sin embargo, encontrarían sorprendente que alguien le exigiera lo mismo a un preparado homeopático para que obtuviera un estatus de medicamento real.

¿Por qué ese doble rasero?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amiga Teresa, ¿no crees que es un reflejo de que las ideas de Schumacher y su "Small Is Beautiful" se han convertido ya en un lugar común?
Es decir, se sobreentiende y se espera que se sobreentienda que las grandes corporaciones son deleznables de por sí, mientras que a los pequeños proveedores de magias y encantamientos mil se les otorga una cierta aura benéfica.
Unéle a esto algún que otro mito urbano tal como la no poco extendida creencia en que todo lo natural es mejor que lo artificial (porque "no es químico") más una pizca de cultura de la compensación, y el coctel está servido.
S. Mondéjar
Londres, RU