lunes, 26 de febrero de 2007

teresa gimenez barbat

Joaquin dice: "Desde el punto de vista de la inevitabilidad de que hay y habrán usuarios de dichas terapias con escaso o nulo conocimiento real de las mismas, su regulación administrativa es pertinente para intentar evitar los engaños masivos y sobre todo, las posibles secuelas para los usuarios de las mismas."

El que algo esté muy extendido, básicamente por desidia de las autoridades sanitarias y por falta de información del público en general despistado por mensajes ambiguos, ¿lo convierte en inevitable?
A mi me recuerda aquello de que "está en la calle", "hay que aceptar la realidad" etc. ¿No avanzamos, acaso,por negarnos a aceptar realidades (esclavismo, trabajo infantil, prácticas higiénicas negativas...) de las que puede participar, incluso, un gran sector de población?

Yo querría preguntar ¿no esposible regular es inevitable consumo de productos mágicos incluyéndolos en categorías claramente diferenciadas de lo que es científico? Por ejemplo: si la acupuntura no tiene fundamento, pero tememos las porbles infecciones derivadas del uso de agujas ¿no se puede legislar en el mismo apartado que los que hacen tatuajes o piercing?

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