viernes, 9 de marzo de 2007

teresa gimenez barbat

Les remito una correo enviado por un médico, el Dr. Martin Barra. Pueden ustedes responderle aqui mismo:

¿Terapias Naturales?
Voy a presentarme, soy fisioterapeuta y, por tanto, conozco las terapias de tipo manual reguladas en este decreto. También he estudiado acupuntura, que practico con asiduidad en mí mismo.

Cuando el Gobierno de Cataluña propuso la regulación de estas prácticas me pareció una buena idea. Es un hecho incuestionable que muchas personas las demandan, y que su falta de regulación propicia situaciones grotescas como, por ejemplo, que se estén ofertando cursos de quiromasaje por correspondencia. Pero el resultado final me parece nefasto.

Quiero referirme, en primer lugar, al hecho de que no hay evidencia científica para apoyar el uso de estas terapias. En mi opinión, esto no es un problema grave. La historia está llena de ejemplos de prácticas que se han considerado inicialmente como no científicas y posteriormente se ha demostrado lo contrario. Lo que me parece más preocupante es que, en algunos casos, no en todos, estas prácticas se resistan a pasar por el tamiz de la ciencia.

He visto críticas a este decreto provenientes del mundo de las “terapias naturales” basadas en que se deja en manos del Institut de Ciencias de la Salut, es decir, de la sanidad convencional, la regulación de los contenidos formativos y otros aspectos. Su postura puede resumirse en que sólo ellos deben decidir sobre “su ciencia”.

Si no aceptan que la salud de los ciudadanos se regule desde los organismos oficiales, que sigan en el terreno del curanderismo. Los que no acepten que su práctica sea medida con el mismo rasero científico con el que nos miden a los sanitarios convencionales, que se dediquen a la magia. En estos dos aspectos soy totalmente intransigente.

Quisiera ahora referirme a las técnicas reguladas en este decreto. Acupuntura, Terapia Tradicional China, Naturopatía, Homeopatía, Osteopatía, Shiatsu y Reflexología podal tienen una largísima tradición a su favor y, en algunos países están reguladas e incluso incluidas dentro de las prestaciones que ofrece el sistema sanitario público.

De otras tenía conocimiento previo por tener relación con mi profesión: Kinesiología, Drenaje linfático y Quiromasage. Pero otras nunca las había oído nombrar. ¿Espinología? ¿Diafreoterapia? ¿Liberación holística del estrés? Decidí que tenía que ampliar mis conocimientos.

La Espinología resulta ser una escisión de la quiropraxia surgida en 1980 en Estados Unidos. Según la autodenominada “única Web oficial” de la espinología (http://www.spinologia.com): “el objetivo exclusivo de la profesión es la localización, análisis y corrección de las oclusiones vertebrales. La técnica de la espinología es el medio que justifica el fin al contribuir a que la vida de las personas se exprese más plenamente en todas sus facetas. A diferencia de las profesiones terapéuticas o sanitarias, consideramos que no es de nuestra competencia diagnosticar, tratar o intentar curar enfermedades de ningún tipo”.

Me esperaba cosas raras, pero que se haya regulado una técnica que ni diagnostica, ni trata, ni cura, supera con creces mis peores especulaciones. Claro que, puede ser, que el Departament de Salut quiera “contribuir a que la vida de las personas se exprese más plenamente en todas sus facetas”.

Respecto a la producción científica de esta práctica es, como quien dice, nula. Sólo he encontrado un artículo que mencione la espinología como tal, eso sí, publicado en España. Para que luego digan que no somos pioneros. En este caso, incluso por delante de los Estados Unidos, patria de la espinología.

La Diafreoterapia se basa en la combinación de estiramientos corporales globales, toma de conciencia corporal y liberación de la respiración (la técnica toma su nombre del músculo diafragma) con el objetivo de liberar los problemas emocionales que se acumulan en nuestro organismo en forma de tensiones musculares.

Una curiosidad, haciendo una búsqueda en Google por Diafreoterapia aparecen unas 423 referencias (más de mitad de España), pero poniendo el término ingles, Diafreotherapy, sólo aparecen dos referencias y ambas son páginas de la Generalitat de Cataluña traduciendo su propio decreto.

Está claro que la vida es mucho más que Google, pero la apabullante goleada por 423 a 0 me sugiere que, probablemente, en el mundo de habla no hispana esta técnica no existe. Otra cosa en la que somos pioneros. Que decir tiene que, en PubMed, el término Diafreotherapy no figura. No hay producción científica.

La Kinesiología (ciencia del movimiento) nace en 1964 de manos de un quiropráctico George J. Goodheart que observó que algunos de los problemas que se encontraba no los podía explicar en base al concepto quiropráctico. Esta técnica tiene una importante producción científica, en PubMed aparecen 5.841 referencias. También existe una revista profesional de Fisioterapia y Kinesiología. El movimiento, como terapia (kinesiterapia), es una herramienta básica de la fisioterapia.

Lo que no logro entender es porqué la Generalitat regula por una parte la Kinesiología y, por otra, la Liberación holística del estrés con técnicas de Kinesiología. Los primeros, ¿no podrán tratar el estrés?. Los segundos, me imagino la tarjeta de visita. Profesión: Liberador Holístico del Estrés.

Desconozco quien ha asesorado al Departament de Salut para confeccionar este decreto, pero no puedo imaginar ninguna razón, con un mínimo de fundamento lógico, para esta mezcolanza de procedimientos terapéuticos. Unos, tradicionales y oficiales en algunos países, otros . . . llamémosles peculiares.

Pero esto no es lo peor. La mayor barbaridad cometida por este Decreto es dar carta de naturaleza al intrusismo profesional. En España, la osteopatía formará parte de las enseñanzas regladas cuando se complete el proceso de reforma del Espacio Europeo de Educación Superior. El Ministerio de Educación y Ciencia se ha comprometido para el 2008. El Drenaje Linfático ya es una técnica específica de la Fisioterapia. Bajo ningún concepto debieron figurar en este decreto. Bajo ningún concepto.

Se me olvidaba. Quiro significa mano, eso sí, en griego. Que nadie se piense que yendo a un quiromasajista le hará un tailandés, no señor, se lo hará con las manos. Bueno, depende, si ha aprendido por correspondencia, vete a saber.

1 comentario:

Martín dijo...

Muchísimas gracias por incluir mi texto en este blog.

Una pequeña corrección, no soy médico, soy Diplomado en Fisioterapia, pero agradezco la distinción.

Gracias de nuevo.
Martín Barra