teresa gimenez barbat
Permitidme que suba un interesante comentario:
"Joaqín, a mi juicio el projecto tiene un alcance mayor que el que entiendo que tú sugieres.
Estoy convencido de que no es sino otro síntoma de un cierto populismo de nuevo corte, que prima las emociones sobre el uso de la razón y el libre albedrío.
Y es algo así como la extension lógica del intervencionismo del estado: una vez que extiende la creencia en que la sociedad es una suma de personalidades débiles y desprotegidas, que, como seguras víctimas de algo que son, no pueden razonar de manera independiente, se consigue enmarcar todo problema social en términos emocionales.
Así, tacita a tacita, la política, y por ende la ley, devienen terápia, esto es, gestión de las emociones colectivas.
Es la política del sentirse bien; una prolongación de la del bienestar que debe dotarse a sí misma de aquellos nuevos profesionales capaces de extender esta cultura de la dependencia.
Saludos,
Santi Mondéjar,
Londres, RU.
26 de febrero de 2007 17:16 "
Creo que es muy agudo ¿estamos todos necesitados de terapia? ¿somos todos tan ¿blanditos"?
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