Alfonso López Borgoñoz:
No entiendo bien la correcta crítica del Sr. Martín Barra (que comparto en algunos de los puntos en los que directamente critica partes del decreto de la Generalitat, especialmente algunas nuevas técnicas de las que yo no tenía ni idea y que él de modo acertado critica de forma razonable y divertida).
Mi punto de duda con su escrito es que, si la validación no la considera importante (él indica que en el futuro tal vez se encuentre esa eficacia, por lo que aunque ahora no se sepa si son eficaces, se pueden usar)...
¿Cómo distinguir ahora, en este momento, ante un paciente concreto, la terapias a las que se debe dar cancha de las que no? ¿Cómo distingue él o cualquiera ahora entre aquéllas que es posible que en el futuro se les demuestre eficacia (aunque ahora no muestren eficacia alguna) y aquellas que en el futuro tampoco mostrarán eficacia? ¿Qué es curanderismo y que no? (hemos de recordar que una parte del curanderismo se basa en arcanos conocimientos que se transmiten de padres a hijos desde hace tiempo).
Y es que él, correctamente, en la segunda parte de su comentario se da cuenta que la validación es importante, muy importante, ya que nos permite traspasar un umbral y es que tal vez nos equivoquemos con las terapias que usamos, pero son las mejores que se han demostrado que funcionan.
Y debemos fijarnos que estoy en lo de siempre, me es igual el origen de la terapia, sólo me interesa si funciona, en qué casos, en qué condiciones, en qué dosis y sobre cuáles males. Si la acupuntura funciona, es posible que lo haga en unos campos y en otros no, ¿cómo saberlo? No es posible. Hay que esperar. ¿Quién sabe? Tal vez acierten, aunque quizás no. La homeopatía, en ningún caso (eso nunca). Hay cientos de estudios concluyentes desde hace 150 años.
Si a un médico normal en un hospital demostramos que nos ha dado una terapia que no es buena, lo denunciamos. ¿Cómo hacerlo con el resto de terapias? Seguramente lo correcto para los usuarios de las mismas y para sus practicantes, en caso de juicio, es que el juez diga, al médico lo condenamos, por haber hecho una terapia que no es correcta, al acupuntor, esperaremos otros dos mil años, para ver si tienen suerte y las próximas pruebas les dan resultados positivos.
La verdad es que agradezco el comentario sobre algunas de las terapias, que la verdad no conocía (como la espinología). Sobre el drenaje linfático, pese a su uso, no estoy seguro de que sirva. La osteopatía, por los pocos metaanáisis que he visto en reviostas científicas acreditadas, no parece funcionar bien, siendo sus bases científicas también endebles.
Por cierto, no he leíso bien lo de la impugnación de los médicos colegiados, ¿de qué va y porqué?
miércoles, 14 de marzo de 2007
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