miércoles, 21 de febrero de 2007

Proyecto de decreto de la generalitat de catalunya por el que se regulan las condiciones para el ejercicio de determinadas terapias naturales

Queridos compañeros
Soy Teresa Gimenez Barbat y os doy las gracias por participar en este foro de debate de Ciutadans de Catalunya. Este es nuestro primer debate y os pedimos disculpas por si surge algún problema formal o técnico que no hemos previsto.Puede que existan otros foros con este mismo formato, pero lo desconocemos. Pero estoy segura que iremos solucionando los problemas que surjan si surge alguno.
Como sabéis, el moderador es el Dr. Josep March Fierro. Él no se podrá incorporar hasta dentro de dos días y me ha pedido que le sustituya de momento. Para facilitar la lectura de vuestros post, será mejor que, luego de presentaros, pongáis vuestro nombre (aunque sea simplmente el de pila) al inicio de cada una de vuestras intervenciones.La duración de este debate lo acordaremos entre todos en cuanto veamos el ritmo de discusión que permite este medio.

Mi papel provisional es de moderar y de lanzar a la mesa la primera pregunta para abrir la ronda de intervenciones. Mucha gente se sentirá sorprendida de que este decreto, el "Proyecto de decreto de la generalitat de catalunya por el que se regulan las condiciones para el ejercicio de determinadas terapias naturales", nos parezca suficientemente importante como para decidir que sea el primer foro de nuestra nueva singladura como asociación. Mucha gente considera las medicinas alternativas como parientes benignas, menos agresivas y menos relacionadas con la parte crematística de la medicina que algunos llaman "oficial". ¿Es esto así? Me gustaría que fueráis exponiendo vuestra opinión al respecto. Adelante y cuando queráis.

2 comentarios:

Alfonso López Borgoñoz dijo...

Alfonso López Borgoñoz:

hay un doble problema o riesgo con el uso de medicinas o terapias cuya eficacia no esté demostrada (como son las llamadas alternativas, que sólo lo son con respecto a aquellas terapias cuya eficacia sí ha sido demostrada).

Uno vendría de lo que implica la selección de la técnica terapéutica a seguir por parte del enfermo. Si la automedicación es un riesgo, se puede calcular lo que signfica que uno no sólo se automedique, sino que además decida su técnica de sanación (curanderos, magia...). Si te equivocas de terapia, tu enfermedad se agrava y se puede volver irreversible.

Por otro lado está el hecho de que no es cierto que su mero uso en sí mismo sea inocuo en todos los casos. Así, la acupuntura, presenta problemas (ver http://www.jr2.ox.ac.uk/bandolier/band68/b68-4.html) y las peores praxis incluso la muerte de pacientes. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud, pese a fomentar el uso de algunas medicinas alternativas, reconoce que las mismas provocan graves problemas en muchas partes del mundo ("En tres años, las reacciones adversas a los medicamentos alternativos se han duplicado con creces", ver en http://www.who.int/mediacentre/
news/releases/2004/pr44/es/index.html).

Por lo que respecta a la parte crematística, es la misma. Uno de los laboratorios que más dinero gana es Boiron (http://www.boiron.es/), todo un imperio en la fabricación de productos homeopáticos, y cuya inversión en productos cuya eficacia haya sido probada ha sido cero (no como le pasa al resto de laboratorios).

manolo_elmas dijo...

Acaba de aprobarse por el Consell Executiú de la Generalitat de Cataluña el proyecto de decreto de regulación de las llamadas terapias alternativas, entre las que se incluye la homeopatía. Este decreto propone, entre otros extremos, regular tanto el acceso como el ejercicio de la práctica homeopática por parte de practicantes no titulados oficialmente. Para ello, dispone que los mismos deberán seguir un curso de formación específico y aprobar un examen evaluatorio que les permita ejercer como homeópatas con todas las garantías legales y santiarias correspondientes. El curso y el examen evaluatorio correrán a cargo del Instituto de Estudios de la Salud de la Generalitat, que expedirá las oportunas acreditaciones y titulaciones.

Como instrumento para realizar estas evaluaciones el Instituto ha elaborado una Guía de Evaluación (en catalán) en la que se fijan los criterios que deberá cumplir el futuro homeópata para poder ejercer como tal, y contiene una serie de recomendaciones y directrices que deberán aplicarse y observarse, tanto en el ámbito del tratamiento de enfermedades como en el de la práctica deontológica. Por ejemplo, qué debe conocer el aspirante sobre el nacimiento de la homeopatía y su historia, fundamentos, principios, cómo se elaboran los remedios y cuáles son sus aplicaciones, cómo realizar un diagnóstico completo, la entrevista al enfermo, la relación de la homeopatía con la medicina convencional, etc, etc.

En el apartado Conceptos Fundamentales, la Guía establece que el futuro practicante homeópata deberá saber qué es y ser capaz de valorar el estado "de la fuerza vital de la persona para decidir acertadamente la orientación terapéutica..." así como "ser capaz de evaluar sus manifestaciones psicofísicas".

Luego entra en los apartados concretos correspondientes a cada enfermedad a tratar, con otra serie de recomendaciones y advertencias, algunas concretas y relativas y otras generales. Estas de tipo general son:

"A. Ser capaz de identificar por parte del terapeuta la situación de salud a tratar en base a las necesidades y síntomas de la persona.
B. Evaluar las causas de la alteración.
C. Aplicar el tratamiento homeopático dirigido a potenciar y activar los propios recursos de
la persona y sus defensas, para conseguir su equilibrio y su bienestar, y mejorar así su calidad de vida.
D. Orientar y ayudar a la persona a hacer frente a su situación de salud, según sus propias decisiones, y a recuperar la armonia, así como el desbloqueo de la energia".

En ningún momento ni lugar de la Guía se explican éstos conceptos de fuerza, energía, armonía... ni su relación con el estado físico del paciente. Se supone que los examinandos deberán aprenderse y estudiar por su propios medios unos conceptos tan sumamente importantes para su práctica, y yo me pregunto en qué fuentes beberán (¿Mesmer, quizá?).

Desde luego que en la Guía citada no hay nada nuevo: se limita a fijar unos mínimos exigibles para poder ejercer como homeópata, pero no cuestiona ni los fundamentos ni la práctica de la homeopatía. Otro ejemplo de cómo lo urgente suele atenderse antes que lo importante.